si quieres buenos mp3 para explotar tu auto, rellenar tu iPod o simplemente que haga funcionar esos audífonos blancos onderos o parlantes negros ochenteros, acá es tu sitio //
una crítica amateur y totalmente subjetiva al material que, en un mundo perfecto, tocarían en la radio
16 octubre 2008
Dameunacanciónbuena en Facebook es la raja
Tengo menos tiempo que nunca pero ganas como la más.
La máquina me pilló. El trabajo me acorraló. Vendí el iPod y mis compacs Dameunacanciónbuena! se me rayaron. Todos. O casi todos. Ahora vivo. O casi vivo.De todas formas, sigo bloggeando. No es lo mismo, pero está entretenido igual.
www.blogcochajoven.com es un proyecto personal que tuvo el apoyo y las lucas de Cocha para partir.Dameunacanciónbuena! seguirá. Lo juro. No puedo tirar al wáter todo el capital mp3ero que hay en este blog. Y le tengo cariño. Mucho. De hecho, por eso llegaron a mí desde la Zona, y desde Cocha.
Ahora me muerdo los dedos (sí, los dedos, parezco mongólico) para no recomendarles un par de mp3titos para que metan a su playlist. Pero eso sería traicionar el espíritu de este post en particular.
Volveré, como vuelve el pelícano a la macha muerta. Tendré miles de canciones buenas más, y miles de mp3 para bajar. Lo prometo.
Pero hoy pagarme la U es más importante.
Al final -qué triste- sólo fueron palabras. Mis palabras. Unas pequeñas palabras. Espero que todo les haya gustado. Que me echen de menos.
Y que todavía escuchen mis compacs.
---(((canción alternativa, por si no les gustó la otra; o leen muy lento: Beirut - Elephant gun)))---
Dame un cover bueno! ((((cuarta y última parte))))
No hay para qué alargar tanto las cosas. Y no hay para qué alegar tanto tampoco. Por razones de pega (mil-pega) no he podido actualizar mucho mi querido bloguito.
Acá va la cuarta y final entrega de covers buenos para todos los gustos. Antes fueron viejitos con onda, ahora son (excepto por Joe Strummer), jovencitos que quieren llegar a tener onda algún día. Ojalá ser recordados. Y, ojalá también, pasar a ser leyenditas de la música.
A seguir, una serie de covers buenos. Dameunacanciónbuena style.
Redemption Song: cómo hacer para que no suene a canción manoseada.
Joe Strummer, el desaparecido hombre fuerte de The Clash (otra vez el corazón mató al tipo-que-la-rompía; lo mismo que con Johnny Cash), hizo un cover de Bob Marley en el póstumo Streetcore (Hellcat Records, 2003). ¿Solo-man? No. Lo hizo junto a la banda que lo acompañó desde los 90’s, los Mescaleros.
Varios años antes y a dueto junto al mismísimo Johnny Cash, le había dado el toque taquilla que necesitaba, de parte de las guitarras de los dos tipos más cool en la historia del rock. Esa versión se puede encontrar en el carísimo set Unearthed, sólo para fanáticos. O, claro, simplemente bajarla acá.
La versión de Strummer solo, de 2002, es más conocida, tiene un video-tributo de antología, una voz carreteada y sonido callejero. Y también se puede bajar. Puro streetcore. Digno de la última canción que Bob Marley tocó en vida y frente al público.
Nuevas y buenas versiones
Quedó claro: los viejos pueden hacer covers ricos y a veces superar el tema original. Olvidémonos de los punketas que hoy pescan cualquier material, lo aceleran a punta de un batero metralleta y lo adaptan a los tres acordes. Hay también bandas taquilla que se dan el tiempo de coverear y de paso lucir aún más taquillas.
Veamos.
Charlyn Marie Marshall, conocida por todos nosotros como Cat Power, es la chica exquisita e indie del momento. The Greatest fue para muchos el disco del año pasado y a Javiera Mena ya le gustaría tener su voz. Y su facha.
Dicen que tiene mal genio y que es pataletuda arriba del escenario, y que ha parado tocatas porque no se ha sentido a gusto. Esa misma conducta intempestiva la he llevado a improvisar varios covers, bien logrados y no. Alguna veces no respeta la melodía, pero de todas formas resultan. Buenos ejemplos: “Wonderwall”, “Knocking on heaven’s door”, “(I can’t get no) Satisfaction”, “I Found a Reason” de Lou Reed y, cómo pasarlo por alto, el jefe final de Guitar Hero 2: “Free Bird”. Temazos acústicos. Una voz que chamusca.
Sacó “The Covers Record” (Matador, 2000), pero tiene varios covereados más, la mayoría en vivo. Es cosa de buscar. ¿Gnarls Barkley? También.
Otro que no es tan joven —pero igualmente taquillero— es Josh Rouse. El tipo, nacido el 72 (tiene un compac con el mismo nombre), con una fuerte raíz folk y sin embargo mucho single pulento para bailar, cooperó hace un par de años con un album tributo a los británicos The Kinks, bautizado como “This is where I belong”.
¿El resultado? Dispar, aunque Yo La Tengo haya aportado con un temazo (“Fancy”) y Josh Rouse con otro: “A well respected man”. A ver si lo encuentran para bajar.
Dato freak: en el disco-tributo nadie aperró a coverear “You Really Got Me”, la marca registrada de los Kinks. Y meada en los pantalones registrada de los lolos indies.
Algunas salpicadas
Hay varios covers buenos y taquillas que vale la pena resaltar:
Los mega inflados de Wilco —era que no— aportan con un par para tu playlist: “One hundred years from now” de The Byrds; y “Burned”, original de Neil Young, contenida en el soundtrack de I shot Andy Warhol, la peli sobre Valerie Solanas, la feminista loca que intentó matar a Andy Warhol y que, en defecto, lo obligó a ocupar corsé para cuidar sus heridas hasta el día de su muerte.
Un dato freak: en la peli, los Yo La Tengohacen las veces de Velvet Underground.
A propósito de los Velvet: Of Montreal, otros tipos que están de moda y tiran pinta, sacaron la versión de “She’s my best friend” un par de años atrás. Antes de Hissing Fauna, Are You the Destroyer?, su nuevo cd que la rompe. Antes de ser oídos por todos. Antes de ser taquilla.
Y para irse a la segura con un cover sinónimo al original: “Here comes the sun” por los inspiradísimos Belle & Sebastian. Sólo hay una versión en vivo. Sí, con gritos de fondo y todo. Puedes bajarla acá.
Y diablos que se parece la voz de Stuart Murdoch a la de George Harrison. Suena a que ellos y los Beatles vienen de la misma isla.
Los Polyphonic Spreeson tipos cada vez más taquillas y conocidos. Esta banda es en realidad una media banda: 27 giles con túnicas —la mayoría de las veces blancas— tocan arriba de un escenario con instrumentos que difícilmente se escuchan (maderas que le pegan a maderas, flautas sin un micrófono cerca) y con un público que pocas veces engancha su misma volada —se creen semi religiosos, neo hippies y newavers—. En fin, se sienten iluminados.
Ellos se autodefinen como un "pandemonio orquestral". Una locura con un coro de 10 personas. Intenten definir “Five years”, el cover de Bowie que improvisaron arriba del escenario. O “Sgt Peppers lonely band” .
Además, y esto los hace los más winners del universo conocido (y el paralelo también), pusieron sus caras y túnicas bonitas a disposición deZach Braff(sí, mi ídolo) para un capítulo de Scrubs. Y, adivinaron, su canción la usaron para el clímax.
Volviendo a los covers: otro parecido a su original —y acá termino— es “Close to me”, de The Cure covereado por The Get Up Kids. Para bajar y llevar.
Perdonándoles el exceso de optimismo post-emo de la banda, este temita merece ir incluido dentro de esta lista. Aunque los GUK tengan un pasado pop punk. Total, apenas aceleraron el tempo de la canción.
Oldies but goldies: dame cover bueno! (((tercera parte)))
Sí. Coverear puede ser una mierda. Una prueba de que tú y tu banda no tienen lo necesario para sonar bien.
Y no. Coverear puede no ser tan malo. Cuando lo único que te queda como capital es tu nombre, coverear a tipos hiperconocidos puede hacerte ganar mucha plata. Es el caso de este vejete de pasado blusero.
Paul Anka y su “Rock Swings”: rock con bronces al fondo.
Mitad canadiense, mitad libanés, un Anka versión teen conseguía éxito en Nueva York. ¿Cómo? Cantándole a la nana. “Diana” pasaría a la historia como el segundo single de jazz más vendido de la historia. Un tema compuesto de pendejo, para la empleada que lo cuidó de chico y lo calentó de más grande.
Millonario sub 18, la historia de Anka está llena de reinvenciones. Con el millón de copias vendidas, habiendo viajado por el mundo con Buddy Holly (el mismo que después se iba a matar en avión de tanto andar volando), tuvo que hacer algo para enchufar a un público más adulto a su música. Y así, vestido como un rat pack a lo Sinatra, componiendo como loco y lanzando su carrera como actor, logró pegarle el palo al gato, a la sofisticación de la época y tocar en vivo en el nightclub Copacabana, NY.
Y así, hasta ahora, ha sobrevivido más o menos activo. Por ejemplo, ha hecho y musicalizado algunas películas, y le compuso “She’s a lady” a Tom Jones.
Eso hasta 2005, cuando se le ocurrió realizar un disco de covers en clave swing. ¿Jazz? “Rock Swings” del mítico sello Verve, suena a club nocturno, a trago-con-aceituna-verde-en-copa-ancha y música de Goodfellas, Casino, y todas en las que De Niro hace de pistolero malo. Bueno, y también a Mi Pobre Angelito 2 haciéndole trampas a los ladrones en N.Y.
Nirvana, Billy Idol, R.E.M, Oasis, Michael Jackson, y hasta Van Halen y Bon Jovi caben en el cedé. Lo mejor logrado: “Eyes without a face”, porque convierte una balada 80terísima cpn un coro pegote, en una canción más lenta, pero más pegote. También se lleva premio “Smells like teen spirit”: en una película de gángsters empezaría a sonar a la par del asalto final y las matanzas.
En sus peores momentos, el disco suena a última-canción-de-discoteque. Sí, cuando te están echando y se prenden las luces. Eso pasa con “Black hole sun”. Terrible.
La que parece sacada de la película “Ghost, la sombra del amor” y termina dándote pesadillas es el experimento que hizo con “Love Cats” de The Cure. No la bajes.
Pero si tienes ganas de escuchar una big band instrumentalizándolo todo, es un disco recomendadísimo. Y prendido. A veces es agradable dejar de lado las guitarras. A veces es bueno escuchar una trompeta de fondo.
Oldies but goldies: dame cover bueno! ((segunda parte))
Como prometí, acá va la continuación del artículonunca publicado, en versión journalist's cut. Ahora le toca Johnny Cash, el dueño del folk rock norteamericano. Otro viejito que hace buenos covers.
Johnny Cash: duele cuando el cover supera a la original
Los últimos 10 años de su vida Cash los dedicó a asistir periódicamente a grabar “American Recordings”, la serie de cinco álbums —el sexto y estaría por lanzarse— que lo convertirían en historia, cuando él ya era una leyenda. Y no al revés.
Cash: “El tema es el espíritu,” dijo. “El espíritu humano luchando por sobrevivir. Probablemente refleja algo de la madurez que he experimentado con el dolor que he sufrido por la enfermedad”. Un mal degenerativo parecido al parkinson que lo llevó a decirle adiós a su guitarra, su natal Arkansas y su rebeldía sui generis en septiembre de 2003.
En cada una de sus entregas, Cash mezcla canciones de su autoría y lo que nos cita en este artículo: los covers. La voz ardorosa, octogenaria, pero cálida del Hombre de Negroestrujando sus cuerdas vocales: “Me estoy poniendo viejo. Me he sobrepuesto con voluntad. He encontrado las fuerzas para hacer este disco sólo para alejar el mal de mí. A veces iba al estudio sin voz, cuando podía haberme quedado en casa, pero no quería que fuera así. Llegaba, abría la boca e intentaba que saliera algo. Grababa cuando era la última cosa en el mundo que podía hacer. Y éstas son las canciones que tenían el fuego, el sentimiento, el fervor y la pasión. Hay mucha fuerza que sale de esa debilidad”, dijo sobre The Man Comes Around el cuarto y más covereado de la serie de discos.
Rick Rubin (sí, el mismo que acaba de ganar el Grammy al Mejor Productor, y el que juntó a Run-D.M.C con Aerosmith. Un visionario) fue el productor amigo que lo ayudó a grabar en un estudio hasta seis semanas antes de su muerte. A final de cuentas, Rubin fue el mejor doctor de Cash y quien le dio varios años de gracia, más de los que le habían pronosticado los de bata blanca.
Sobre “Hung My Head” de Sting, quizás el cover menos parecido al original en todo el disco: “Es la clase de canción que tanto me gusta. Una historia trágica, lúgubre. Las canciones de mi gente son canciones de desastre y tragedia, muerte, asesinatos y relaciones rotas”, dice sobre la narración de una bala perdida que da muerte a un inocente, según la letra del Police.
“My personal Jesus” de Depeche Mode no puede estar más lejos del folk de Cash, pero de todas formas covereó el tema. “Se trata simplemente de la canción gospel más evangélica que haya grabado. No sé cuál era la intención del autor, pero eso es lo que es”, justificó una vez. De los Depeche no se ha oído nada como respuesta, pero Marilyn Manson —que también covereó el tema— comentó hace un par de años que de cristiana esta canción no tenía nada.
Pero sin duda la canción que lo hizo conocido entre toda una generación de irrespetuosos ignorantes llenos de prejuicios contra el folk es Hurt, de autoría intelectual de Trent Reznor, papá del indie rock y de Nine Inch Nails.
Diablos cómo duele cuando el cover supera a la original. Tal como Joey Ramonelo hizo con "What a wonderful world" al final de su brusca vida, Johnny Cash con su invento reemplazó al inventor. “Creo que 'Hurt' es la mejor canción en contra de las drogas que he escuchado nunca (…) Me sentí identificado desde el principio”, dijo Cash.
Y eso le bastó para hacer de “Hurt” una apología de su vida, la mejor autobiografía y el más notable video superviviente a su muerte.
Reznor, por supuesto, acusó recibo: “Esa canción ya no me pertenece”, dijo elegantemente al despedirse de una de sus canciones favoritas, sin nunca desmerecer el trabajo de Cash, al que calificó de “sincero y puro”.
En la canción se suman cuatro elementos que son fortísimos en la obra y existencia de Clash: una infancia pobre, su adicción a las drogas, el amor por June —su incondicional mujer— y, obvio, el dolor: a perder la sensibilidad, a perder su guitarra, a perder la vida.
What have I become / My sweetest friend / Everyone I know goes away / In the end.
Oldies but goldies: dame cover bueno! (primera parte)
Tanto American Idol y tanto cover punketa nos hace pensar que algún día ya no quedarán canciones originales. Peor: se nos puede olvidar quién tocaba la canción original. Tuve que escribir esto para la Zona durante el verano, cuando -envenenado con el Festival de Viña- hice una revisión al cajón empolvado de covers, y me encontré con viejos que hacían canciones nuevas. Y quedaban buenas. A veces mejores. Y que uno venía a Viña.
Lamentablemente, y por razones más oscuras y peludas que el hoyo de Pelé, este artículo nunca fue publicado. Pero acá lo empiezo a mostrar a la luz. Por partes, porque era bastante largo.
Sir Tom Jones: tomar prestado, como un caballero
Para que Tim Burton te elija como personaje del final en una de sus películas debes ser un mono de plasticina, tener tijeras en las manos o un traje de látex con calugas marcadas. Pero si se trata de un final feliz para una película en donde todos mueren —todos, desde el presidente de EE.UU hasta el imperturbable Pierce Brosnan—, debes ser galés (sí, de Gales), tener voz ronca y hacer un poco el gil.
En Mars Attacks!, el spoof Burtoniano de sci fi que hizo ver en pantalla a Jack Nicholson como un iluso, Michael J. Fox como un perdedor, Pierce Brosnan como un chanta y Sarah Jessica Parker como una caliente (bueno, no fue el único director que lo hizo), Tom Jones la rompe. No sólo sobrevive hasta el final de la película, sino que además la cierra cantando “It's Not Unusual”, su canción-himno. Winner total.
Tema que de seguro tocó para cerrar su actuación sobre la Quinta este verano (¿lo hizo? ¿la repitió? No vi el festival), pero que no es la única que conocemos por estos lados. “Sex bomb” y “Burning down the house” son otras que el común de los chilenos identifica y que incluso ha bailado en una que otra fiesta. Pero, ojo, la segunda es un cover.
Sí, porque este vejete que alcanzó a enfermarse de tuberculosis cuando era un sub 10 hizo su carrera en base a temas originales, hasta que en 1999 se le ocurrió lanzar un cedé completo de canciones versionadas, o covers. Bautizó el disco como “Reload” (un cero a la izquierda en originalidad, Metallica había lanzado 2 años antes uno con el mismo nombre) y fue su resurrección en los charts mundiales. En el intertanto, se había dedicado a cantar en casinos de Las Vegas. Como en Mars Attacks.
“Sex bomb” —escrita por Mousse T, el dj y productor turcogermano— es el single más conocido del album, pero no el único bueno. “Burning down the house” —de los Talking Heads, covereada junto a los Cardigans—, “She drives me crazy” (de los faltos de ortodoncia de Fine Young Cannibals) y una fiestera “Little green bag” (guiada por Barenaked Ladies) la revientan.
Pero “Lust for life” junto a Pretendersno da la talla de Iggy Pop, y “Are you gonna go my way” (con Robbie Williams) tiene demasiado acento británico para un ser humano promedio. Puaj por ambas.
Caso especial es “Sometimes we cry” (junto al mismísimo Van Morrison) que, aunque la voz de Sir Tom opaque a la su compañero, es la canción perfecta para cerrar la Teletón. Interlocuciones de Don Francis incluidas. Snif.
Jones recibió el título de Caballero de manos de la antediluviana reina Isabel II de Inglaterra hace casi un año. Varios meses antes sus asesores de imagen trataron infructuosamente de quitarle ese aire de sex bomb trasnochado y, claro, no pudieron. Amigo de Elvis, de todos los Beatles y del también Sir Mick Jagger, Jones ha sido también secuestrado por Mr. Burns en los Simpsons y personalizado al ángel de la guarda de Carlton, el primo nerd de Will Smith en Fresh Prince.
Un tipo que por muy caballero que sea, algo tiene de freak. Y le alcanza para llegar a Viña a repetir hasta el cansancio: “It's not unusual to be…”.
Para bajar "Reload", el disco repleto de covers de Sir Tom, haz click acá.
Las bandas que se construyen a partir de integrantes de otras bandas la llevan. En serio. Como lo que pasa con Postal Service. O como cuando en el casino del colegio no te gustaba el menú oficial, y terminabas por escoger el plato de fondo de la alternativa, con el postre del primero y la ensalada ultra aliñada que sacabas semi escondido.
Porque al final es como lo mismo: es feo y te retan si te sales del protocolo y el orden del establishment -los encargados del casino me puteaban gratuitamente en estos casos-, pero a la larga sales ganando. Guatita llena, corazón contento. iPod lleno y la vida sonríe. Lo que logró Davey von Bohlen, porque después de putear y enojarse con todos los de Promise Ring, excepto con el batero Dan Didier, formó Maritime junto a ex's de The Dismemberment Plan, otra banda con pasado indie/emo. Y que lo de emo no les asuste. Les ha ido bien. Muy bien.
O sea, von Bohlen se comió el postre que quería.
Maritime se formó el 2003 cuando Eric Axelson (de D-Plan), dispuso de su virtuosismo en el bajo. Al poco andar sacaron Glass Floor -quizás uno de los discos fundadores de la movida indie taquillera que se vive en EE.UU y Europa- y luego vino ese compactazo que es We, The Vehicles (2006).
Lo que dijeron sobre el primer disco: "Las bandas deberían hacer compacs como este siempre y el mundo sería mejor". Y sobre el segundo: "No sólo le vuela la raja al primero, sino que también sirve como corrector de cada una de sus deficiencias. Sigue siendo post-emo-indie-pop, pero es post-emo-indie-pop del mejor". Como ven, Maritime está lleno de credenciales y comentarios puteros desde todos lados. Es recomendadísimo. Dos compacs para que nunca más uses el botón de FF.Dos compacs para sacarle pica a tus amigos cuando los pongas en tu auto. Canciones para poner play mientras te joteas a la mina que te gusta. Y luego repetirlas. Canciones para esquivar marzo y pasar de largo hasta abril. Canciones buenas.
Para bajar Tearing up the oxygen, mp3 por el cual conocí a Maritime, el mejor del disco We, The Vehicles, y el que me hizo postear sobre ellos en Dameunacanciónbuena!, haz click acá. Y el video en Youtube, velo acá.
Para tener en tu playlist Parade of punk rock T-Shirts, una canción que rescata lo mejor del indie y del pop y lo pone en un merengue sónico, haz click acá.
Para bajar Lights -de Glass Floor- una de las mejores baladas acústicas que he escuchado en mucho tiempo, apreta acá.
Y si quieres sentirte contento porque te robaste el postre que más querías, estaba rico y no te llegó reto, baja la optimistísima Someone has to diehaciendo click acá. Y su respectivo video en Youtube, acá.
Postea acá abajo. No seai gil. P.D = también estoy escribiendo en la Zona. Lean acá lo que he hecho. Ah! Y yo no soy el que sale en la foto, por siaca.
"Mi papá era milico así que, como familia, debíamos mudarnos mucho. En esos viajes, a mí me relegaban al asiento de más atrás en donde jugaba a la guerra con mis G.I Joe. Mi mamá ponía la música en el auto y no se podía cambiar bajo ninguna excusa. Cuando ella ponía los cassets de Carpenters, Elton John y Anne Murray cantaba sus canciones a todo pulmón y mis hermanos grandes, como revancha, se tiraban flatos en mi cara". La cita pertenece Katherine McElroy, la gordita perna de la foto. Ella es la mujer-banda de Snow Machine, un grupo que descubrí por accidente al intentar bajar Snow Patrol desde Soulseek.
Lo cierto es que McElroy es la bajista de los ultra indies Nineteen Forty-Five y también de los Three Finger Cowboy, grupos de donde saca amigos para que toquen algunos instrumentos en su proyecto como solista.
McElroy tuvo una infancia promedio según el estándar de los gringos: algo de plata, algo de penas y muchos malos ratos en su High School. "Creía que ponerse poleras de los Velvet Underground era taquillero". Perna e introvertida, se volcó a la música. En un principio era fan de U2. Puaj, dijo después, y empezó a componer sentada tras un piano.
"Snow Machine" (el compac, 2005), es de esos LP's que están pasados a indie rock, música compuesta por pistas y letritas colorinches, pero se los mega recomiendo. Sobre todo por dos canciones que hacen de este compac un imperdible: Summer snow; yFeature Film. En ellas, McElroy nos da apoyo moral para estas horas de soledad veraniega (claro, para esos que nos quedamos trabajando despechados ánimica y amorosamente).
Porque te darás una vuelta hoy / como una tormenta de verano / justo cuando menos me lo esperaba / pero más te necesitaba. (Summer snow)
Meloso, pero cierto. Y también tiene frases para la histeria y angustia del resto del año.
No quiero dormir porque sé / que puedo desaparecer / cuando despierte en la mañana. / Pero esta noche somos las estrellas / en la película que todos ya vieron. (Feature film)
Y es que McElroy no deja de ser la norteamericana promedio pasadita de peso. "Soy una persona mucho más triste de lo que era antes. Creo que mi mamá se anduvo preocupando cuando escuchó el disco", explica sobre lo empalagoso de sus letras made in Alabama, la tierra de Forrest Gump.
¿Suena muy depresivo, triste y torcida esta música para ti? Te estás equivocado. O yo escribí todo lo de arriba mal. Espera a escuchar Traffic light para sacarte esos prejuicios de encima.
Para bajar el disco completo de Snow Machine, haz click acá.
El compac que todas las calcetineras estaban esperando; las canciones que dieron vuelta por tu cabeza durante este par de meses; la portada de la nariz más respingada del ABC1 en Santiago, claro, después de la nariz del Poroto Irigoyen (¿?).
Todo eso es esta segunda entrega de Dameunacanciónbuena! La recopilación de los temas, temones y temazos que revisamos durante el último tiempo, todo en un long play de 18 canciones: el volúmen 2.